El servicio de lavado de contenedores se realiza mediante vehículos que disponen de dos depósitos de capacidades que oscilan entre los 6 y los 8 metros cúbicos. Uno de los depósitos es para el agua limpia y el otro para el agua sucia proveniente del ciclo de lavado. Este servicio debe realizarse cuando los contenedores se encuentren vacíos, por lo que su ejecución tendrá lugar inmediatamente después de la recogida de los residuos del contenedor, ya que así se minimiza la posibilidad de que vuelvan a depositar basura en el interior de los contenedores. A pesar de ello, y debido en gran parte a la mayor velocidad del servicio de recogida, siempre existirán contenedores con algo de basura. Para solucionar este problema el vehículo dispone de un pequeño depósito que permite albergar una cierta cantidad de basura. En el caso de la recogida de carga trasera, aunque el vehículo dispone también de este depósito, este problema queda eliminado porque los operarios disponen de herramientas para poder sacar dichos residuos.